ENLACE DE VÍDEO EXPLICATIVO: https://www.youtube.com/watch?v=kxq7ueJuTo4&feature=youtu.be
lunes, 9 de noviembre de 2020
Trabajo Integrado 6to A, B y C Taller de Producción en Lenguajes
PROYECTO DE INTERDISCIPLINARIO 6TOS AÑOS
DEPARTAMENTO DE MARKETING
MATERIA: TALLER DE PRODUCCIÓN EN LENGUAJES
PROFESORAS:
NELLY MONICAULT. Correo electrónico: nemonicault@gmail.com
SILVIA MARCHANT. Correo electrónico: silviainesmarchant@gmail.com
En esta actividad abordaremos las Unidades 2: LENGUAJE GRÁFICO Y Unidad 4: LENGUAJE AUDIOVISUAL
El objetivo es que desarrolles productos para publicitar y difundir la empresa-gimnasio.
1)LENGUAJE GRÁFICO
A- Desarrollo de un texto descriptivo/informativo para ser enviado a los medios locales como gacetilla de prensa.
Bondades de la empresa para la comunidad (ámbito social)
B- Elaboración de un Flyer publicitario para las redes sociales y su correspondiente adaptación a folleto/volante/afiche.
- Selección de valores agregados del servicio para poder, según el medio y su correspondiente target, realizar una gráfica
que debe tener imagen/es que simbolice el valor agregado de esta empresa respecto de la competencia. A ella se
acompañará un texto que complemente la imagen y/o refuerce el concepto/idea de la campaña.
-Las gráficas deben estar realizadas de acuerdo al lugar donde se va a postear o colocar.(distancia y tiempo de lectura).
-Para la realización de la foto podrás tener en cuenta los planos que también se utilizan para producción audiovisual (lo
encontrarás más abajo en producción audiovisual).
-La imagen debe ser breve, persuasiva, impactante visualmente, para ello debe respetar los siguientes pasos:
1-debe llamar la atención(diferenciarse de la competencia)
2- Debe despertar el interés (hacer pensar)
3- Debe provocar el deseo(hacer sentir)
4- Llevar a la acción (ir en búsqueda del servicio del GIMNASIO).
2)LENGUAJE AUDIOVISUAL
ACTIVIDAD del ítem Lenguaje Audiovisual: DEBERÁN elaborar un GUIÓN LITERARIO, UN GUIÓN TÉCNICO y FILMAR
UNA PUBLICIDAD QUE DURE 30 segundos para promocionar la empresa-gimnasio. A continuación les explicamos los
PASOS A SEGUIR y te brindamos la información que vas a necesitar para que filmes una publicidad creativa e
interesante! ACLARACIÓN: Deberás filmar con el celular en posición HORIZONTAL.
Les pido que tengan en cuenta los siguientes PASOS ó Etapas para la construcción de sus audiovisuales:
PASO 1. PRE-PRODUCCIÓN: A) Guión Literario
En esta etapa decidirán qué historia contarán, en qué escenario o ámbito se realizará, quiénes actuarán, qué diálogos habrá, qué música usarán. Con esa información podrán armar el GUIÓN LITERARIO que es la redacción de la historia. En esta etapa también se escribe el GUIÓN TÉCNICO , en él escribirás cada escena con los planos y posiciones de cámara. Si te animás podés dibujar cada escena, eso se llama Story Board.
Una vez que tengas tu historia, escribila. Ese será tu GUIÓN LITERARIO.. Recordá que tu historia deberá tener
INTRODUCCIÓN, DESARROLLO Y DESENLACE, como todas las historias. (Podés compartir el borrador del Guión literario
con tu profesora para que ella te vaya guiando)
B) Guión Técnico : Definí las escenas que tendrá tu historia, el escenario, los planos y posiciones y movimientos de cámara que usarás para filmar cada una de ellas.
En qué ESCENARIO o ÁMBITO transcurrirá tu historia: ¿En el interior? ¿En el exterior? (jardín, patio, etc) En cualquiera de esos casos tenés que tener en cuenta la iluminación para que la filmación salga clara.
¿Qué PLANOS usarás para filmar? El plano varía si te alejás del/la protagonista. Te sugiero que utilices distintos planos. Para eso te cuento los tipos de planos que existen:
Plano general: Aparece el/la protagonista de cuerpo entero pero además aparece el lugar donde se encuentra.
Ejemplo: El/la protagonista está lavando los platos en la cocina. Filmamos la imagen del cuerpo entero del/la protagonista lavando y el resto de la cocina.
Plano entero: Aparece solo el protagonista de cuerpo entero, sin la imagen del lugar en el que se encuentra.
Plano americano: Aparece el protagonista desde arriba de las rodillas hasta la cabeza.
Plano medio: En la imagen aparece solo el cuerpo del/la protagonista desde la cintura hasta la cabeza.
Primer Plano: En la imagen aparece solo el cuerpo del/la protagonista desde los hombros hasta la cabeza.
Primerísimo Primer Plano: Aparece el rostro desde el mentón a la coronilla de la cabeza del/la protagonista.
Plano detalle: El objetivo de este plano es filmar un detalle del cuerpo del/la protagonista. Ejemplo: Pueden ser solo las manos, o pueden ser solo los ojos, o pueden ser solo los pies etc.
¿Qué POSICIONES o ANGULOS DE CAMARA usarás?
Existen las siguientes posiciones o ángulos de cámara. Usá varias de ellas en la filmación de tu historia.
Normal: Ubicás la cámara (o celular) a la altura normal del/la protagonista, a su mismo nivel.
.Picado: Ubicás la cámara (o celular) por arriba de la altura normal del/la protagonista.
Contrapicado: Ubicás la cámara (o celular) por debajo de la altura normal del/la protagonista.
.Cenital: Ubicás la cámara (o celular) por encima de la cabeza del/la protagonista, enfocando desde arriba hacia el suelo.
Nadir: Ubicás la cámara (o celular) desde el suelo, por debajo del/la protagonista, y filmás hacia arriba.
.Holandés: Con este ángulo nos referimos a cuando la cámara no encuadra de una forma horizontal, sino que la inclinamos para obtener una mayor sensación de inestabilidad.
Subjetiva. La cámara nos muestra lo que el personaje está viendo
.MOVIMIENTOS DE CÁMARA:
Movimientos físicos
Panorámica horizontal: la cámara gira sobre el eje de un lado a otro. Para entender este movimiento podemos pensar en una escena en la que la que la cámara nos presenta un escenario, haciendo un recorrido de derecha a izquierda, vemos todo un barrio o habitación en el que un personaje entra por un lado de la escena y desaparece por el otro.
Barrido: Cuando este movimiento se hace de lado a lado y viceversa de forma rápida y crea un efecto borroso se llama barrido. Es un recurso que a veces se usa para cambiar de ubicación o el escenario.
Panorámica vertical: La cámara gira sobre su eje vertical, de arriba abajo. Imaginemos por ejemplo una escena, en la que el individuo está parado delante de un edificio y dirige la mirada hacia la azote.
Balanceo: en este caso seguimos en el eje y el movimiento es lado a lado, solo que en lugar de girar sobre el eje se trata de movimiento de vaivén, pensemos en el movimiento de una hamaca. Haciendo la comparación de una cámara con la cabeza es como si llevásemos la cabeza de un hombro a otro.
Travelling es la forma de referirse a aquellos movimientos en los que se desplaza el eje de cámara, existe un trayecto desde el punto A hasta el punto B. Según la dirección del movimiento los travelling pueden ser:
Avante o avance: la cámara va hacia adelante, se acerca a un punto
Retro o retroceso: la cámara va hacia atrás, alejándose de un punto. En ambos casos el desplazamiento se realiza sobre un eje horizontal
Ascendentes: La cámara sube. Pensemos por ejemplo en la imagen de un ascenso en globo aerostático en la que miramos hacia abajo mientras el globo asciende.
Descendente: La cámara baja. Podemos pensar en una escena en la que el personaje cae al vacio. En ambos caso el desplazamiento se realiza sobre el eje vertical.
Lateral: la cámara se desplaza en paralelo al personaje u objeto, pensemos en la cámara que sigue a un personaje mientras corre a través de un bosque.
Circular o en arco. La cámara describe un círculo alrededor del sujeto u objeto.
Cámara en mano: Aunque no es un travelling en sí mismo, como su propio nombre indica, es el resultado de los movimientos en los que la cámara se lleva al hombro, o en el caso de cámaras pequeñas en mano y la imagen se transmite en primera.
Rotación: la cámara se ‘dobla’ sobre el eje provocando la inclinación de la cámara hacia la izquierda o la derecha respecto al eje vertical por lo que se mide en ángulo. Pensemos en el movimiento que haríamos con el cuerpo para asomarnos por el lateral de una puerta o ventana, inclinamos la cadera sobre el eje que forma las piernas.
Movimientos ópticos
En este caso hablamos de la manipulación de la distancia focal, el más conocido es el zoom. El zoom es un tipo de aproximación pero no supone un desplazamiento de la cámara, sino que se cierra el encuadre, no es aproximación física sino visual en la que se reducen el número de elementos que aparecen en la imagen.
Otro tipo de movimiento óptico es el foco, es decir las diferentes opciones de enfoque, qué elementos del encuadre aparecen enfocados (nítidos) y cuales desenfocados (borrosos).
Una vez que decidas los escenarios, sonido, planos, posiciones y movimientos de cámara, ya podés armar tu GUIÓN TÉCNICO.
PASO 2 PRODUCCIÓN: FILMAR CADA ESCENA
Con tu Guión Técnico en mano, ya podés filmar cada escena de tu historia creativa. Recordá que deberás filmar con el celular en posición HORIZONTAL. Tené en cuenta los planos, posiciones y movimientos de cámara que figuran en tu guión técnico. Tené en cuenta que haya una buena iluminación y buen sonido. Que se vea bien y que se escuche bien.
PASO 3 POST - PRODUCCIÓN: EDICIÓN DEL VIDEO
Ahora llegó el momento de unir cada una de las escenas a través de un programa de edición. Para este paso deberás descargar un programa de edición de video a tu celular o PC.
domingo, 8 de noviembre de 2020
INGLÉS 6° A, B y C
PROYECTO INTERDISCIPLINARIO 6° A, B y C
Profesoras: Martínez Graciela - Pereyra Vanesa
https://drive.google.com/file/d/11FhYZoJeLNt-5N2E23BM71HveaCju8xq/view?usp=sharing
Fecha de entrega del trabajo: viernes 13/11
Encuentro por zoom: Martes 10/11 16Hs
Vane Pereyra le está invitando a una reunión de Zoom programada.
Tema: Proyecto interdisciplinario 6° años (inglés)
Hora: 10 nov 2020 04:00 PM Buenos Aires, Georgetown
Unirse a la reunión Zoom
https://us04web.zoom.us/j/72421519577?pwd=Y1JLTGZ3SDA0R0UwN0pTb2d1Ni9RZz09
ID de reunión: 724 2151 9577
Código de acceso: ingles
lunes, 2 de noviembre de 2020
Trabajo Integrador de Introducción a la Química
LITERATURA 6A. PCFN
Fecha de entrega, formato escrito, Viernes 6/11/20
https://drive.google.com/file/d/1k611pt4cH5SVLRkVJzv5MEmjaEqcNrsM/view?usp=drivesdk
Educación Física 1° Año (A - B - D)
EDUCACIÓN
FÍSICA 1° A - B - D
Profesor : Horacio Requejo
Trabajo práctico de investigación - semana del 2 al 6 de
NOVIEMBRE de 2020
Deporte: HANDBALL
A) MENCIONAR
CINCO FALTAS QUE SE PUEDEN OCASIONAR EN UN PARTIDO Y SUS CORRESPONDIENTES
SANCIONES
B) CUANTOS
JUGADORES POR EQUIPO SE UBICAN EN LA CANCHA PARA UN PARTIDO OFICIAL ?
C) DIBUJAR LA
CANCHA NOMBRANDO SUS LINEAS Y MEDIDAS
D) DESCRIBA EL
PASE SOBRE HOMBRO,
DETALLANDO LA POSICIÓN DEL BRAZO DE LANZAMIENTO Y LAS PIERNAS
Aclaración: El trabajo práctico debe
ser enviado al término de la semana (viernes 6 DE NOVIEMBRE) a cualquiera de
las siguientes casillas de mail:
6to "A", "B", y "C" - PROYECTO INTERDISCIPLINARIO - AREA MARKETING - TALLER CIC.
E.E.S. N.º 26 – ESTEBAN ECHEVERRÍA – 6TOS AÑOS
PROYECTO INTERDISCIPLINARIO- DEPARTAMENTO DE MARKETING
MATERIA: TALLER DE COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL Y COMUNITARIA
Profesores: Nelly Monicault y Mariano Agrello.
Estimados alumnos:
En el correspondiente archivo adjunto encontrarán dos actividades correspondientes al area de Marketing del proyecto interdisciplinario (Mapeo de actores - Matriz FODA).
DESCARGAR TP - TALLER CIC - MAPEO DE ACTORES Y MATRIZ FODA
En el archivo encontrarán: FUNDAMENTACIÓN del area de MARKETING, relación de estas actividades con el TP en general, ficha explicativa con ejemplos de cada actividad y la actividad.
Cómo saben por cualquier duda pueden ponerse en contacto con nosotros por las vías habituales.
El días miércoles realizaremos un Zoom para aquellos que quieren esclarecer algunas dudas:
Tema: PROYECTO INTERDISCIPLINARIO - TALLER CIC
Hora: 4 nov 2020 07:00 PM Buenos Aires, Georgetown
Unirse a la reunión Zoom
https://us04web.zoom.us/j/2121586311?pwd=NS82cmVRb2pNcCt0R1lIdHhCTlRpUT09
ID de reunión: 212 158 6311
Código de acceso: TALLERCIC
Saludos a todos.
Prof. Nelly Monicault y Mariano Agrello.
6° A, B y C. Siglo XXI.
E.E.S. N.º 26 – ESTEBAN ECHEVERRÍA – 6TOS AÑOS
PROYECTO INTERDISCIPLINARIO 6TOS AÑOS
DEPARTAMENTO DE MARKETING
MATERIA
COMUNICACIÓN Y TRANSFORMACIONES SOCIOCULTURALES DEL SIGLO XXI
Profesoras Gladys Fernández. Correo electrónico: gladysferna4002@gmail.com
Profesora Silvia Marchant. Correo electrónico: silviainesmarchant@gmail.com
En el marco del Proyecto Interdisciplinario para los 6tos años, esta actividad tiene como objetivo abordar los cambios sociales y culturales que se registraron en los últimos años en relación a los hábitos saludables, estéticos y de belleza en la población para determinar el tipo de usuario del GYM.
Según los contenidos brindados en esta materia, desarrolle los siguientes puntos:
Luego de leer el texto "La decadencia del paradigma del siglo XX"y “Transformaciones Culturales" de la página 13 - 16, y 25-30 del libro "Comunicación y transformaciones socioculturales del SXXI "de Claudio Álvarez Terán, elabore un cuadro comparativo donde se puedan ver las diferencias entre el Ser Humano de la Modernidad y el Ser Humano de la Posmodernidad.
2) Realice una entrevista a una persona que haya vivido en la Modernidad y hágale las siguientes preguntas:
a)¿Qué comidas se consideraban nutritivas y saludables en su época? ¿Son iguales a las de hoy?
b)¿Qué características físicas-corporales se consideraban ideales? ¿Son los mismos de hoy?
c) ¿Se vivía pensando más en el futuro o en el presente?
3)Después de haber trabajado los puntos 1 y 2, elabore una reflexión a modo de conclusión que le permita establecer qué tipo de usuarios tiene un GYM en esta sociedad posmoderna y qué tipo de usuario tendría el GYM si se hubiese creado en una sociedad moderna. ¿Cuáles serían los cambios registrados en una y en otra sociedad?
LA DECADENCIA DEL PARADIGMA DEL SIGLO XX
Cuando se analiza el cambio de un paradigma a otro uno de los puntos cruciales a considerar es el por qué de la decadencia del paradigma que muere y desde qué escenario se generan las transformaciones. Buscar las razones que conducen al debilitamiento de un paradigma y a su definitiva desaparición y reemplazo por otro nuevo que de explicaciones adecuadas del funcionamiento de la realidad es quizás la tarea más difícil y controversial. De todos modos, los analistas coinciden en algunos puntos básicos que llevaron al viejo paradigma del capitalismo industrial avanzado, del mundo bipolar y la cultura de la modernidad a su desgaste y desaparición. Entre ellos encontramos: La crisis de la cultura de la modernidad. La crisis económica que produjo la decadencia del industrialismo, el modelo industrial avanzado. La decadencia del Estado de Bienestar, lo cual significa el progresivo sometimiento de la Política a manos del Mercado. La revolución de la tecnología de las comunicaciones, como avanzada de un profundo cambio tecnológico que sacude las estructuras productivas del modelo. La caída del bloque socialista y la posterior desaparición de la Unión Soviética, aniquilando la estructura de poder bipolar en el mundo.
CRISIS DE LA CULTURA MODERNA
El marco cultural constituye la forma de vida de una sociedad, y ese marco cultural es el que le da sentido a los modelos económicos, las estructuras sociales y los sistemas políticos que conforman el todo de la sociedad. El marco cultural del viejo paradigma tomó el nombre de Modernidad, una cultura que no tiene su origen en el siglo XX como sí lo tienen el mundo bipolar o el Estado de Bienestar, pero puede afirmarse que la modernidad es la lógica cultural del viejo paradigma de entendimiento. El pensamiento moderno hace su aparición durante el Renacimiento (siglo XV), cuando el Hombre vuelve a pensarse como centro del mundo y se aleja de los preceptos religiosos que comandaban las formas de vida medievales. La Modernidad que nace con pensadores como Maquiavello y artistas como Miguel Angel, afirma la voluntad humana por sobre todas las cosas, quebrando el espinazo del pensamiento mítico, mágico y religioso que había prevalecido desde los inicios de la historia humana. A partir del siglo XV comenzará a tomar forma un pensamiento afincado en la razón humana sin intervención de factores míticos o religiosos, y esta vertiente alcanzará su afirmación en los pensadores iluministas del siglo XVII-XVIII., Hobbes, Hume, Locke, Rousseau, entre otros, que proponían iluminar con su razón la realidad humana y comenzar a reflexionar sobre las diversas formas de organización que se da el hombre en base a su voluntad, construyendo el primer modelo de pensamiento político moderno: el liberalismo. La clase en ascenso por aquel entonces, siglo XVIII, era la burguesía que luchaba por perforar los privilegios de los alicaídos nobles aún en el poder, impulsando un nuevo modelo económico apuntalado en la Primera Revolución Industrial: el incipiente capitalismo industrial. De tal modo el pensamiento moderno del liberalismo se enlaza íntimamente con el modelo económico capitalista a través del eslabón de la burguesía. Fue durante el siglo XIX cuando se produjo el triunfo definitivo de la burguesía liberalcapitalista dando forma final a una cultura sólidamente instalada en occidente, la modernidad, que continuó su camino ascendente hasta llegar a mediados del siglo XX para entroncarse con el modelo industrialista, pero paradójicamente, el marco cultural moderno llega a este punto de mayor desarrollo, debilitado y anémico. Pero volviendo al inicio, ¿cuáles eran los pilares de la cultura de la modernidad? Fundamentalmente la confianza en la razón y el progreso. Para la cultura moderna no era ni la fe ni el deseo lo que pondría al Hombre en camino de su realización, sino la férrea voluntad de la razón. El Iluminismo alumbraría dos teorías básicas que aspiraban a ordenar la realidad humana desde la razón. Una el liberalismo, otra el marxismo, la primera tuvo su nacimiento oficial con la Revolución Francesa de 1793, la segunda con la publicación del Manifiesto Comunista en 1848. Ambas teorías, ambas ideologías, son hijas de una misma madre: La Razón, y ambas doctrinas son hijas de un mismo padre: el Iluminismo, sustentados en un mismo objetivo: el Progreso. Y como cuerpos de ideas hermanados en el origen, liberalismo y marxismo se desarrollarán de forma paralela pasando a disputar el protagonismo histórico durante un siglo, especialmente en el siglo XX en el período de la Guerra Fría, entroncando el aspecto político del viejo paradigma con su sustrato cultural. Básicamente la disputa entre liberalismo y marxismo es la disputa entre dos verdades, y ya se sabe que la razón (como la fe) solo admite una verdad. El pensamiento racional es el que da origen al pensamiento científico y el objeto de la ciencia es llegar a LA verdad, la modernidad es un tiempo que aspira a alcanzar la verdad. Incluso sus doctrinas políticas, liberalismo o marxismo, se suponían ambas poseedoras de la verdad. Y en esa disputa discurrió el quehacer intelectual durante la vigencia del viejo paradigma. La modernidad no es una cultura que acepte pensamientos tibios o débiles, es tiempo de doctrinas sólidas y definitivas. Era una verdad que el Hombre se realizaba por su trabajo, una verdad asumida tanto por el liberalismo como por el marxismo, y el trabajo era un verdadero credo en la cultura moderna. Y el sistema económico del viejo paradigma así lo reflejaba mediante su organización laboral vertical, jerarquizada y disciplinaria. Porque esta sociedad moderna era una sociedad disciplinaria, donde las normas expresaban ese Pacto Social que aseguraba la convivencia, establecía las funciones y roles de cada ciudadano. Una sociedad con guías claras y mapas consistentes para vivir en ella. No había lugar en la modernidad para las aventuras personales que rompieran el molde establecido, no había lugar para los rebeldes o los locos. La vida diaria también respondía a este molde disciplinario donde cada quien sabía qué era lo que tenía que hacer dentro de la institución de la que formaba parte. Una normatividad social por todos aceptada que dejaba en claro la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, una normatividad social que privilegia el interés colectivo por encima de los intereses individuales, en la búsqueda de la totalidad. No estamos hablando aquí de autoritarismo sino de disciplina social, una organización normativa que reparte premios y castigos y privilegia la idea de unidad, porque otra de las características que asume la Verdad es su pretensión Universal. Es decir, la Verdad es aplicable a todos. Así como no puede haber muchas verdades, no puede haber verdades para algunos, se trata de una forma de vida dominada por una Moral Universal que se presenta como un paraguas que a todos cubre. En ese marco racional se hace fuerte la dualidad cuerpo/espíritu proveniente del viejo molde platónico, retomado por el cristianismo y consustanciado con la cultura occidental que la modernidad hace propia. Una realidad binaria en la que no hay lugar para terceras opciones: verdadero/falso, masculino/femenino, crecimiento/decadencia, patrón/trabajador, mayoría/minoría, izquierda/derecha, salud/enfermedad, natural/artificial, público/privado.
La modernidad no aspira a la diferencia, ni a valorizar lo que hay de diverso en cada uno, sino a reafirmar el destino común para todos, un destino de progreso, el camino de la utopía, la visión en el futuro. Y decíamos que si un puntal de la cultura moderna era la Razón, el otro era el Progreso, entendido como el destino ineludible que le espera a la Historia Humana, porque la modernidad entiende de manera teleológica la Historia, considera que todo tiene un sentido, y ese sentido es el Progreso, una línea en dirección hacia delante y hacia arriba, una flecha lanzada hacia el cielo sería la figura exacta de lo que le espera al futuro humano, y es este último concepto, Futuro, es la que se relaciona íntimamente con el Progreso, y se constituye en el destino ineludible del Hombre, a quién, según la modernidad, le espera un futuro mejor y ese futuro llegará, no como un regalo de Dios sino como consecuencia de la voluntad humana. Por eso el Hombre de la modernidad proyecta, piensa en su futuro, realiza sus actos con ese objetivo, incluso resigna el presente en pos del mejor mañana que le espera. El hombre de la modernidad pospone, no se entrega a la satisfacción inmediata. Y en esa búsqueda de Futuro, el hombre de la modernidad también rescata el Pasado como escalón esencial de la escalera del Progreso, porque para subir hacia el mañana es necesario asentarse firmemente en el escalón previó del ayer. En ese tránsito el tiempo Presente es simplemente un momento de paso, irrelevante. Pero si bien la modernidad concretada socialmente en la disciplina normativa no valora el comportamiento rebelde, tiene un costado contradictorio en el hecho de que para alcanzar esa regulación normativa se requiere un comportamiento rebelde y transgresor que luego se tratará de apagar. Por eso la modernidad no es una época de tranquilidad, sino un tiempo de efervescencia, de lucha, de revolución. Cuando la modernidad apunta al progreso para asegurar el mejor destino de la humanidad, a lo que apunta es al cambio y la transformación. Y el ícono fundamental de la cultura moderna es el cambio revolucionario: revolución capitalista, revolución burguesa, revolución obrera. El economista liberal Joseph Schumpeter acuñó el término “destrucción creativa” para explicar de qué manera el capitalismo avanzaba, progresaba, destruyendo en su camino parte de lo que había construido previamente. Lo que Carlos Marx figuraba en la frase “todo lo que es sólido, se disuelve en el aire”, Schumpeter lo ratificada en la idea de una “incesante revolución de la estructura económica desde dentro” por parte del sistema capitalista. De este modo la idea del cambio forma parte esencial de la modernidad, pero la contraparte de esto es que una vez que ese cambio se concretaba toda esa fuerza revolucionaria terminaba rotando a conservadora. La guía de la racionalidad durante la vigencia del paradigma de la modernidad afirma la preponderancia de lo político (entendiendo lo político como aplicación de la razón humana en la forma de organización social). La razón por delante de la realidad, incluso la razón desafiando a la realidad. Es decir, la política construyendo la realidad. La expresión política del Estado-Nación, institución creada por la modernidad, se encuentra por sobre los otros factores de poder, el Capital y el Trabajo, los domina y los dirige. Es la Política, son las ideas, es la razón la que rige al mundo moderno. ¿Pero cuándo este sólido andamiaje cultural destinado a darle sentido final a la Historia humana comienza a dar signos de debilidad? ¿Cuándo la crisis del paradigma comienza a manifestarse? La modernidad cultural comenzará a mostrar signos de agotamiento en la primera parte del siglo XX, aún en los momentos en que se seguía construyendo su edificio social. Será a partir de acontecimientos trascendentales del siglo XX, como las carnicerías de la Primera Guerra Mundial, la brutal crisis económica de 1930, el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto judío, la detonación de la Bomba Atómica, llevaron a comenzar a cuestionar el destino de progreso que prometía la modernidad. La Razón y la fe en el Progreso, pilares de la modernidad, fueron puestos en cuestión alcanzando a afectar a otra columna vertebral de lo racional, la ciencia y su pretensión de Verdad. La ciencia física clásica consideraba la materia como impenetrable, el significado de la misma palabra átomo lo demuestra, la materia indivisible, hasta que a comienzos del siglo XX se descubre que eso que se consideraba sólido no era más que energía, el átomo no era una cosa en su sentido material, sino un conjunto de fuerzas. La solidez propia de la modernidad se sacude, todo era proceso y movimiento. El tiempo, constante, permanente, cuantificable, surgido de los análisis de Newton, científico moderno, será demolido conceptualmente a comienzos del siglo XX por un nuevo físico, Albert Einstein, que demuestra la relatividad del tiempo y, de nuevo, el protagonismo de la energía. Las ideas modernas de Verdad, Unidad y Absoluto se debilitan detrás del crecimiento de lo relativo. Las ciencias físicas también cuestionan la búsqueda de un orden racional definitivo pasando al desarrollo de nuevas teorías, como la Teoría del Caos o la Teoría de la Incertidumbre . Allí donde la modernidad buscaba verdades últimas, la nueva ciencia solo ofrece posibilidades. 2 Ya no hay una realidad única, fija y cognoscible, solo hay realidades individuales, el mundo deja de verse como un conjunto de verdades y pasa a verse como un ramillete de opciones y posibilidades. A partir de entonces el Hombre moderno se disuelve en el individuo, el mundo comienza a buscar soluciones biográficas a lo que son problemáticas sistémicos. 3Todos los problemas parecen anclar en las particularidades de cada individuo sin importar la condición, aún cuando esa condición fuera lo social o lo económico. Cada persona pasa a ser responsable de su suerte, la reindividualización de la unidad colectiva de la modernidad pasa a ser el sello del nuevo tiempo La sólida ideología de la modernidad estalla en un abanico de pensamientos pequeños y transitorios, muchos juegos del lenguaje sustituyendo los grandes relatos de sentido. Se desmorona el orden racional ante el avance de la espontaneidad, se desvanece la idea de progreso como herramienta para construir el futuro, un futuro que pierde todo sentido frente a la imponente presencia del presente. El futuro es una gran desilusión y el pasado una profunda frustración, ya que como sostiene el historiador Jacques Revel, al no proyectarnos hacia el futuro el pasado se vuelve opaco, difícil de descubrir. Así, derribadas las columnas de la Razón y del Progreso, se cierran los caminos de la modernidad. El viejo paradigma cultural de la modernidad se queda pues sin su soporte cultural y el nuevo paradigma se afinca en un nuevo sustrato cultural, la posmodernidad, como bautizó Jean Francois Lyotard a esta nueva cultura, o bien la hipermodernidad, como prefiere llamarla Gilles Lipovetsky. Caída la razón se entroniza el Deseo, disuelto el Progreso se erige el Presente.
TRANSFORMACIONES CULTURALES
POSMODERNIDAD / HIPERMODERNIDAD
Cuando se analiza la denominación que debe darse a esta nuevo modelo cultural que se construye a partir de la crisis de la Modernidad, aparecen dos nombres que han ganado especial posicionamiento, el primero surge del planteo original del filósofo francés Jean Francois Lyotard que le llamará Posmodernidad, el segundo es abordado por otro francés, Gilles Lipovetsky, que considera que el nombre adecuado es Hipermodernidad. Entre ambos otros nombres se van desarrollando a partir de diversos analistas, Modernidad Líquida para Zygmunt Bauman, Sobremodernidad para Marc Auge, Segunda Modernidad para Ulrich Beck, Modernidad Tardía para Anthony Giddens. Indudablemente las dificultades para darle una denominación definitiva al nuevo modelo cultural de nuestro tiempo se basa en los lazos que sigue teniendo con el viejo modelo cultural de la modernidad, lo que queda claro a partir de que todos los nombres terminan aludiendo al modelo cultural que se deja atrás. Si bien al inicio Posmodernidad parecía un nombre correcto, ya que definía una cultura que venía a sustituir a la anterior por una diferente. Con el tiempo se ha podido ir observando que ese supuesto corte entre la vieja modernidad y esta nueva cultura no era tan evidente como se suponía y se ha llegado a comprender que se trata más de un proceso de transformación o mutación de la modernidad que de su desaparición. Por eso las denominaciones de Hipermodernidad, Sobremodernidad o Modernidad Líquida parecen representar mucho mejor a la nueva cultura. Aparece pertinente aplicar la idea de Frederic Jameson sobre el cambio cultural. Jameson entiende que los cambios no consisten en el derrumbe de una estructura para ser reemplazada por una estructura totalmente nueva, sino la recombinación de elementos existentes en el período que acaba de una manera diferente en el período que comienza. Características que en un sistema se veían subordinadas a otras más importantes, ahora asumen importancia y otras quedan subordinadas a ellas.Así como en la modernidad la Razón ocupaba el sitial de agente organizador del pensamiento y la cultura, en la posmodernidad otro concepto ocupa ese lugar, el Deseo. 13 Si precisamente la crisis de la modernidad opera a partir del quiebre de la confianza en la capacidad de la razón humana para asegurar un “paraíso en la tierra” en base al adecuado ordenamiento de la sociedad, entonces el modelo de pensamiento que le sucede, la posmodernidad, va a colocar en ese lugar privilegiado, como un verdadero ídolo, su contracara, el Deseo. Para la modernidad el Hombre se movía por cálculos racionales que se reflejaban en el “principio de realidad” como factor a seguir, para la hipermodernidad, al suplantar la Razón por el Deseo, el motor de la actividad humana es el “principio del placer”. La base de la cultura hipermoderna es la satisfacción del deseo aquí y ahora y su resultado una sociedad de consumidores. No más ordenamiento disciplinado y racional, ahora predomina la espontaneidad flexible, la libertad personal. Estamos en una sociedad que rompe con lo convencional y considera que todo puede ser posible, que rompe con la idea de la autoridad y la jerarquía del padre, y se vuelca a la satisfacción del deseo personal entre iguales. El Edipo y su culpa suplido por Narciso y su libertad. Si hay un concepto moderno que merece su lugar en la hipermodernidad por su extensión y ampliación es el de la libertad. Pero no el de la Libertad, con mayúsculas, como concepto universal de los modernos, sino el de las libertades, en plural y minúscula, de cada persona. Vivimos un tiempo de libertades personales sin restricciones, sin limitaciones, sin represiones. Todos, cada uno en su condición socio-histórica, pueden conducirse según sus propios deseos y aspiraciones, nada parece importar más que la propia libertad, nadie está habilitado a reprochar ni ha impugnar el accionar del otro. En un ambiente de libertades no hay lugar para los rebeldes ni los transgresores, porque no hay límites para transgredir ni normas a las que rebelarse. No más una moral universal de valores sacralizados que deben ser respetados por todos, sino libre aceptación de una multiplicidad de comportamientos basados en valores todos adecuados, el reinado de la ética personal. No más la idea dominante del progreso lineal, sostenido y en avance perpetuo, ahora desarrollos plurales que ofrecen avances y retrocesos, caídas y estancamientos, formas reticulares. No más enfrentar la realidad críticamente para transformarla, ahora abordar la realidad para reconocerla y adaptarse a ella. No más ciudadanos activos en sociedades de ideales comunes, ahora una suma de consumidores individuales en busca de la satisfacción infinita de deseos personales persiguiendo el objetivo anhelado de la felicidad. Estos son algunos factores que impulsan la transformación de la vieja modernidad para dibujar un modo de vida diferente, inclusive no solo reducido a occidente como pasaba con la modernidad, sino también adoptado incluso en las sociedades orientales. ¿Cómo imaginar las transformaciones paradigmáticas sociales, políticas y económicas producidas a partir de los años setenta sin un cambio sustancial previo del marco conceptual de la sociedad en general? En palabras de J. Rifkin, “la era posmoderna está ligada a un nuevo estadio del capitalismo basado en la mercantilización del tiempo, la cultura y la experiencia de vida; mientras que la era previa correspondía a un estadio anterior del capitalismo, basado en la mercantilización de la tierra y de los recursos, la mano de obra humana y la fabricación de bienes”. Por eso es muy importante partir del cambio cultural del siglo XXI para desde él comprender las transformaciones del nuevo siglo. Describir la posmodernidad/hipermodernidad es también describir al Hombre que vive dentro de esta atmósfera cultural, el Hombre Posmoderno es en definitiva el habitante integrado al Nuevo Paradigma. Robert Lifton caracteriza a la generación del siglo XXI como seres “proteicos”, que basan sus actos en el propio deseo. Piensan en sí mismo como intérpretes más que como trabajadores, y quieren que se les considere antes su creatividad que su laboriosidad. Han crecido en un mundo de empleo flexible y están acostumbrados al trabajo temporal. Sus vidas están menos asentadas y son más provisionales que las de sus padres. Son más terapéuticos que ideológicos, más adaptables que revolucionarios, y piensan más con imágenes que con palabras. Son menos racionales y más emotivos. Consideran el centro comercial su plaza pública, ý para ellos es igual soberanía del consumidor que democracia. Sus mundos tienen menos límites y son más fluidos ya que han crecido con el hipertexto. Tienen una percepción de la realidad más sistémica que lineal. Tiene poco interés por la Historia, pero están obsesionados con el estilo y la moda. Estos hombres proteicos viven en el mundo de la permanente experiencia momentánea. Para ellos importa el acceso porque estar desconectado es morir. El carácter terapéutico del hombre posmoderno se evidencia en que, ya sin Historia, la gente no se preocupa tanto de su lugar en el tiempo, sino de su propia historia personal, de su condición vital, donde no vale el sacrificio, porque toda realización debe darse ahora. El Hombre Terapéutico vive el presente y abandona cualquier pretensión histórica. La cultura del siglo XXI es simultánea y atemporal, esta transformación es posible a partir de la revolución de la tecnología de la información y la comunicación que conquista nuevos límites temporales y espaciales. Incluso los nuevos modos de comunicación apuntalan esa atemporalidad ya que el hipertexto propone la muerte de la linealidad del texto escrito, y ya vimos como la la linealidad, que siempre remite a un antes y a un después, a pasado y futuro, era un formato bien propio de la cultura moderna. A diferencia de ello a un hipertexto puede accederse desde cualquier posición, desde cualquier costado, en cualquier sentido, una lectura reticular; muy hipermoderno. De este modo el ordenamiento de los sucesos pierde su ritmo cronológico, lo cual genera una cultura al mismo tiempo de lo eterno y de lo efímero. La eliminación de la secuenciación crea un tiempo indiferenciado, equivalente a lo eterno, pero también propone un soporte invisible e inasible, una realidad virtual, efímera. El tiempo de los proyectos y los ideales utópicos deja paso al diseño de la vida diaria, porque la vida es hoy, no hay tiempo para resignar con vista al futuro, solo el hoy. El tiempo de los héroes y el sacrificio ha pasado, es hora del hombre común y el disfrute. La modernidad podía reflejarse en el viejo mito de Prometeo, el hombre capaz de robarle el poder a los dioses, el hombre cuya voluntad todo lo puede; la hipermodernidad tiene su figura mítica en Dionisio, el dios de la fiesta, del éxtasis, del disfrute, de la sensualidad oriental. La obsolescencia acelerada, el reinado de la moda, la cultura de la urgencia, la satisfacción inmediata del deseo, la presión por el consumo, la superficialidad, la imagen, la experiencia cultural, la primacía del zapping, la innovación permanente, la obsesión por el presente, la estética MTV, la mercantilización del tiempo, son todos factores de la hipermodernidad que dejan en claro la emergencia de lo efímero, donde prima lo ligero, lo suave, se rehuye de lo profundo y lo reflexivo. Ante esta realidad la personalidad del Hombre del nuevo tiempo debe ajustarse a ella. Si la vida es “ahora” y no vale sacrificarse por ningún pasado ni por el futuro, vale entonces solo aplicarse a la satisfacción en el presente abandonando cualquier pretensión trascendente. Según C. Lasch “estamos perdiendo rápidamente el sentido de la continuidad histórica, de pertenecer a una sucesión de generaciones surgidas en el pasado y proyectadas hacia el futuro. Se desvanece el sentido del tiempo histórico”. Las sociedades con el auge de lo efímero pierden también su raigambre espacial ya que sin pasado no hay Historia y sin futuro no hay proyecto ligado al espacio, y el hombre del siglo XXI se encuentra entonces huérfano de cualquier arraigo, se transforma lentamente en un habitante de los flujos, pierde identidad local, se van construyendo identidades globales. De nuevo el tiempo y el espacio mezclan sus incidencias y entrelazan sus implicancias, son expresiones de la sociedad, el tiempo efímero y el espacio de los flujos expresan a la sociedad del Siglo XXI. Como decíamos, el ordenamiento disciplinario era parte sustancial de la vieja cultura, pero en la Hipermodernidad el exceso pasa a ser la norma, antiguamente la norma era la enemiga del exceso, hoy, cuando las normas se debilitan o se ausentan, nada parece ser excesivo. La era hipermoderna es un tiempo suave (soft), ligero (ligth), sentimental. Mientras la conciencia racional se torna sospechosa, el deseo erótico, las ilusiones y los sueños inconcientes salen a la luz ya liberados de las viejas barreras racionales. Donde hay Deseo ya no hay represión sino expresión y satisfacción, hay libertad(es) individual(es). Y una de las derivaciones directas de la satisfacción del Deseo es el consumo, ya que en un mundo donde lo comercial está omnipresente la casi totalidad de los deseos humanos pueden ser satisfechos por el mercado. La aparición del marketing es una señal clara de esta realidad que revela la característica consumista del nuevo hombre posmoderno, el que dejó de lado el valor moderno de la reputación que abreva en la historia personal para abrazar el valor posmoderno de la personalidad que se manifiesta en la imagen. El mundo de la hipermodernidad es un gran escenario donde todo se experimenta y se representa, y en ese escenario dominan el Hedonismo y el Narcisismo, belleza y goce como premisas vitales. Un Hombre hedonista es un Hombre consumista. Porque, además, la verdadera satisfacción está en la búsqueda del deseo y no en su concreción, está en el viaje y no en la llegada, está en la ambición del consumo y no en el posconsumo. Allí el analista francés Michel Maffesoli ubica el cambio de la concepción de la idea de “trabajo”, que ya no es un “deber” sino una opción, ya no el trabajo por el trabajo mismo, 14 sino el trabajo como constructor de una vida como obra de arte. Y aquí se enlaza con el otro principio referencial de la hipermodernidad que es el Narcisismo, la búsqueda de la belleza, pero no solo la propia belleza sino una tendencia persistente a la estetización de la vida. Vale aquí hacer dos aclaraciones, la primera es que la belleza fundamental a la que aspira el Hombre posmoderno no solo es interna sino esencialmente exterior, coincidente con la celebración de lo externo y lo superficial y la valorización de la imagen; la segunda es que se trata de la propia belleza, lo cual revela un grado de individualismo creciente, en el que la importancia está en UNO MISMO, individualismo al que Lipovetsky llama “personalismo”, y que Maffesoli entiende como paso del individuo indivisible y único de la modernidad a la persona plural y diversa de la hipermodernidad. El narcisismo es el detonante del culto a la juventud, junto con la idea de que solo hay un tiempo, el presente. Si la belleza primordial es la exterior para ella no hay nada más amenazante que el paso del tiempo, un tiempo que la posmodernidad se empeña en ocultar, siendo la preservación (por todos los medios) de la eterna juventud el medio adecuado para esconderlo. La posmodernidad/hipermodernidad cumple la tarea de sostener las transformaciones del nuevo siglo a partir del deseo, narcisismo y hedonismo que son fuerzas concurrentes que alimentan los principales objetivos dinamizadores del nuevo orden: el consumo de un mundo convertido en mercancía y la posibilidad de hacer de la propia vida un abanico inacabable de posibilidades sin más límites que la propia responsabilidad, la responsabilidad de un individuo que ha perdido el sostén colectivo. Aparece allí la idea dominante de que las personas son más allá de sus condiciones sociohistóricas y que el resultado de sus actos son absoluta responsabilidad de sí mismos. De aquí se desprende la tendencia a pensar al rico como gestor de su riqueza y al pobre culpable de su pobreza, ya que se piensan las conductas como individuales y no como fruto del accionar colectivo. Para la cultura hipermoderna la realidad es cambiante y difícilmente abordable, por lo tanto incierta, caótica y solo probable, rechazando las vieja idea de una realidad fija y cognoscible que comenzó a quebrarse a partir de las nuevas teorías sobre la materia y la energía que anularon el principio de la física clásica que consideraba a la materia impenetrable. El Universo ya no es el reloj estable y determinado de Newton, sino un “modelo caótico de evolución”. 15 Este nuevo mundo no se compone de verdades sino de probabilidades. 16 Como sostiene Zygmunt Bauman, la característica más notoria de la hipermodernidad es que sospecha de la certeza y no promete ninguna garantía. Porque si ya no se concibe la existencia de UNA realidad fija y cognoscible, UNA verdad que conocer, sino realidades individuales, muchas verdades circunstanciales, entonces no se puede construir ningún metarrelato general (visión englobadora de la realidad, eso alguna vez llamado ideología) a la manera del marxismo o el psicoanálisis, sino un conjunto de discursos (juegos de lenguaje según la terminología posmoderna) que van creando el mundo al comunicarlo y que por lo tanto pueden ser más de uno, de forma simultánea y todos igualmente válidos. La realidad por tanto está en función del lenguaje que utilizamos para explicarla o interaccionar con ella, la realidad hipermoderna no es más que “palabras”. Por esta razón es que en la nueva cultura hipermoderna la Comunicación (con mayùscula) es tan importante, tanto como para el viejo paradigma cultural lo eran la física o la historia. La Historia ya no tiene importancia para la posmodernidad ya que no se considera una referencia para comprender el presente sino una simple colección de fragmentos narrativos pasados que pueden reciclarse, porciones de presente ubicados en el pasado, no una línea de tiempo cronológico sino una red de sucesos sin finalidad establecida. Por ello el arte posmoderno recoge un collage de estilos históricos unidos para sorprender y estimular, eclecticismo, mezcla de códigos, derrumbe del concepto de alta cultura, disolución de la frontera entre vida cotidiana y arte, donde TODO VALE. En la hipermodernidad todo es relativo, nada es definitivo, nada es bueno o malo, todo es aceptable, nada es cuestionable definitivamente. Todo valor es similar a otro, por lo tanto todo valor se disuelve. Aquella dura realidad binaria de la modernidad deja lugar a una apertura hacia múltiples opciones. Verdades múltiples, sexualidades diversas, ideologías gaseosas, industrializaciones periféricas, prosumidores, desaparición de la frontera público/privado, realidades virtuales, entre tantas alternativas abiertas domina el oximoron en el cual los opuestos se mixturan para generar nuevos sentidos. En nuestro tiempo todo se respeta sin afectar rangos de valor. Contra la autoridad se erige el dios de la comunicación y el diálogo del consenso. Como hemos dicho el termino pos-modernidad fue puesto en análisis e incluso suplantado por el de hiper-modernidad, ambos términos se revelan como un significado en sí mismo, ya que el nuevo modelo cultural es el tiempo de lo pos y de lo hiper. Es muy común observar definiciones con el prefijo hiper revelan el carácter excesivo de nuestro modelo cultural, mundo de hipermercados lleno de hiperconectados viviendo en la hiperrealidad de los hipertextos. Del mismo modo las definiciones con el prefijo pos a falta de mejores conceptos para explicar los nuevos fenómenos: pos-industrial, pos-capitalista, pos-histórico, pos-moderno, pos-humano. Esto revela una incapacidad de los analistas para configurar el nuevo modelo por sus características propias recurriendo a categorías pasadas, por ello también se utiliza el prefijo neo recuperando ideas del pasado: neo-liberal, neo-nazi, neo-cristiano, neo-imperialista, neo-comunista. Tanto el pos como el neo revelan un cambio sustancial de la nueva cultura y es que no es un tiempo de generación sino de conservación, es un tiempo que a falta de novedades se alimenta de circunstancias, fenómenos y procesos ya concluidos para tratar de insuflarle vida, se trata de mutaciones y superaciones de ideas previas. En este intento lo que recupera es solamente la forma exterior del fenómeno ya que la sustancia histórica que promovió esas circunstancias ya no existe, expurgados de su espíritu vital Por esa razón hablar hoy de nazismo resulta complejo pues ya no existen las circunstancias históricas que le dieron sentido, y por eso ahora los seguidores del nazismo aparecen como extraños cultores de alguna secta secreta que intenta revivir la esencia de aquella ideología mediante extraños ritos de extrema violencia. Pueden traerse al presente formas de vestir que en otros tiempos causaban escozor, simplemente porque su costado cuestionador o transgresor ha sido eliminado, o convertir en un espectáculo mediático la actuación de un grupo musical que en otros tiempos hubiera sido tildado de subversivo o satánico. Inclusive someter a la maquinaria de desgaste y desustancialización a las ideas políticas más transgresoras. Lo que queda entonces es simplemente un reciclaje cultural, una recuperación de materiales y formas pasadas para construir algo diferente, no exactamente nuevo, pero sin el espíritu que alguna vez acompañara a esas formas materiales originales. Este reciclaje cultural admite entonces cualquier tipo de material, no importa cuál haya sido el espíritu histórico y social que le sustentase, porque para el pensamiento hipermoderno el pasado no es tenido en cuenta y el futuro no existe. Es posible entonces unir elementos contradictorios porque han sido previamente vaciados de contenido, y esto se puede ver en las posiciones de los partidos políticos que en su discurso se permiten relacionar conceptos como justicia social y libertad de mercado, por ejemplo, simplemente porque su sentido histórico ha sido eliminado y los términos vaciados de su contenido transformador, o también en las expresiones artísticas que relacionan estilos otrora diversos en lo que se llama el espacio de lo ecléctico. La hipermodernidad es tiempo de oximorones, formas verbales donde dos opuestos toman sentido unidos, atrás queda la modernidad dialéctica de conflicto de opuestos que generan la dinámica del pensamiento. El arte se integra a los circuitos de consumo perdiendo la vieja distinción entre alta cultura y cultura popular, ya que la hipermodernidad involucra a los bienes culturales como objeto de arte, cualquier cosa puede estetizarse. Mientras el diseño y la publicidad confluyen con el arte e ingresan a los museos al mismo tiempo que el arte se masifica y se introduce en la industria. “El pastiche, el retro, el derrumbe de las jerarquías simbólicas” explican, para Mike Featherstone, la integración de las manifestaciones artísticas plenamente en una cultura del consumo. Las palabras y las cosas pasan a ser elementos intercambiables y con posibilidades de adicionarse al infinito sin que a nadie le llame la atención, es lo que se ha dado en llamar pastiche cultural, una sucesión de elementos a la manera de un clip de video, imágenes que se suceden a la velocidad del rayo sin contexto o coherencia aparente, una mezcla incesante de elementos reciclados sin valor en sí mismos, un inmenso collage de componentes cuyo único valor es la superficie de su imagen. Como puede observarse a partir de este relato sobre las condiciones del modelo cultural del siglo XXI estamos frente al sustrato vital sobre el que se construyen las transformaciones sociales, políticas y económicas que dan forma a un nuevo paradigma de comprensión de la realidad, el del siglo XXI.